Receta de leche frita: el clásico mejorado

Una curiosa forma de consumir la calidad Larsa en la sobremesa

Notas de interés / Consejos

Se trata de una receta sencilla, aunque te pueda parecer algo laboriosa al tener que hacer la masa, dejarla enfriar y después rebozar sus porciones. Pero te aseguramos que serás muy muy feliz al poder acompañarla de una gran bola de helado casero hecho con yogur Larsa. ¿Se te ocurre un plan mejor? ¡A nosotros no!

Alérgenos

Gluten, lactosa, huevo

¿Qué productos de Larsa necesitas para hacer la receta?

Ingredientes

  • 500 ml de Leche Entera Larsa
  • 100 g de azúcar
  • 40 g de harina de maíz
  • 1 cáscara de limón
  • 1 canela en rama
  • 1 cucharada de canela en polvo
  • 1 huevo
  • Aceite de girasol

Elaboración

¡Empieza aromatizando la leche! Pon la mitad de la leche (250 ml) en un cazo, añade el limón, la canela en rama y ponlo al fuego medio para que se caliente sin que llegue a hervir. Una vez caliente, retíralo del fuego, tápalo con un plato y déjalo reposar durante 20 minutos.

Cuando la leche haya reposado, cuélala y la viértela en otro cazo para calentar de nuevo esa leche a fuego lento con 100 g de azúcar. Remueve de vez en cuando y déjala a fuego lento para incorporar, tal y como te contamos en el paso siguiente, la masa de harina y leche.

Mezcla en un bol la harina y el resto de la leche. Cuando tengas la mezcla de forma homogénea, incorpórala a la leche que tienes con el azúcar en el fuego.

Con ayuda de una varilla mezcla poco a poco todos los ingredientes. Recuerda que sigues con fuego lento, ten paciencia, Larseiro. Esta es sin duda la parte más importante de la receta. Remueve poco a poco unos 30-40 minutos hasta que la masa ya esté espesa.

¿Está lista? Colócala en un recipiente untado con aceite de girasol y mételo en la nevera unas 2-3 horas para que se enfríe. No te preocupes por el aceite, tu masa no cogerá sabor.

¡Es hora de sacar la masa de la nevera! Parece gelatina, ¿verdad? Desmóldala y córtala en porciones pequeñas. Para que te hagas una idea: Unos 5 centímetros está bien.

Prepárate para freír. Mientras el aceite coge temperatura, coloca varios platos: Uno con harina para rebozar, otro con huevo batido, uno con una servilleta para absorber el aceite sobrante y finalmente un plato con una mezcla de azúcar y canela.

Reboza cada trozo primero en harina, luego huevo y fríelos (medio minuto por cada lado) en aceite muy muy caliente. Escúrrelos en el papel absorbente para que no queden aceitosos. Si no quitas el excedente de aceite puede quedar un sabor un poco fuerte.

Y, finalmente, reboza cada trozo en la canela en polvo y azúcar. Este paso es a tu gusto, puedes echarle más o menos cantidad.

Nuestra sugerencia es que lo presentes con una bola de helado para tener el contraste caliente y frío. ¡Te va a encantar!

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