Leche frita de calabaza

Un postre típico en las mesas de toda Galicia con un dulce sabor a otoño

Notas de interés / Consejos

Este postre es perfecto para dar salida a un excedente de calabaza y engrandece todavía más la mítica leche frita, un postre sabroso y fácil de preparar con un toque suavemente dulce y sabor a otoño. La calabaza es un fruto con gran cantidad de agua, así que para facilitar el resultado puedes asarla al horno en lugar de cocerla para reducir la humedad de la masa resultante y facilitar el paso de freírla. ¡Toma nota de los pasos y disfruta!

Alérgenos

Lácteos

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Mantequilla tradicional

Leche entera de pastoreo

Ingredientes

1 litro de Leche de Pastoreo Entera Larsa
Una nuez de Mantequilla Tradicional Larsa
100 g de harina de maíz
200 g de azúcar blanco
500 g de calabaza
4 yemas de huevos grandes
Piel de limón
Canela en rama
2 huevos talla L
Harina de trigo
Sal
Canela en polvo
Aceite

Elaboración

Infusiona 900 ml de leche de Pastoreo con la canela de rama y la piel del limón.

Pela, trocea, cuece y escurre bien la calabaza. Tritúrala con una batidora hasta lograr un puré consistente.

Disuelve la harina de maíz en los 100 ml restantes de leche fría.

Mezcla y bate el puré de calabaza con la harina de maíz disuelta en leche, las yemas de huevo y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea.

Cuela la leche infusionada y viértela sobre la mezcla. Calienta la masa resultante a fuego medio sin dejar de remover.

Añade la nuez de mantequilla tradicional y remueve hasta que se funda.

Vierte la masa en una fuente de cristal cuadrada o rectangular y deja que enfríe.

Corta la masa en cuadrados de 4-5 cm de lado. Rebózalos en harina y huevo y fríelos en aceite caliente hasta que se doren.

Retíralos a una fuente con papel absorbente y espolvorea azúcar y canela en polvo. ¡Qué aproveche!

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