El embarazo es una etapa en la que es necesario satisfacer unas necesidades nutricionales específicas, desaconsejándose el consumo de determinados alimentos. En este sentido, los lácteos suelen generar numerosas incógnitas, llegándonos a plantear si su consumo es recomendable o no durante la gestación.
A pesar de que el abanico de alimentos es amplio, hay productos con los que debemos tener cierta precaución. ¿Es la nata uno de ellos?
Si tú también tienes dudas, Larseira, no te preocupes. En este post te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la nata y embarazo. ¡Sigue leyendo para conocerlo en detalle!
¿Qué es la nata?
La nata es un derivado lácteo que se obtiene directamente de la leche, concretamente del proceso de desnatado, donde se separa la parte magra o leche desnatada y la parte grasa o nata.
Tras su obtención, se ajusta su contenido graso, sometiéndose a un tratamiento térmico en función del tipo de nata que se desea obtener: nata pasteurizada, esterilizada o UHT.
Beneficios de la nata
La nata presenta numerosos beneficios y propiedades nutricionales. Entre ellos, podemos destacar que es un alimento rico en vitaminas liposolubles, presentando una buena cantidad de vitaminas A, D, E y K.
Además, destaca por su alto contenido de ácidos grasos omega 3, un tipo de grasa poliinsaturada que fortalece las neuronas e interviene en numerosas funciones importantes del organismo.
¿Se puede consumir nata durante el embarazo?
En general, el consumo de productos lácteos no solo está permitido, sino que es recomendable durante el embarazo. Esto es debido a su alto contenido de calcio, ácidos grasos y vitaminas del tipo B, por no mencionar su contenido de magnesio, fósforo, potasio y zinc. La nata tiene la mitad del calcio que la leche y otros derivados lácteos, pero aporta 6 veces más vitamina A que la leche.
En el caso concreto de la nata, una mujer embarazada puede consumir este producto sin inconvenientes, exceptuando personas con intolerancias alimenticias o aquellos casos en los que un médico lo desaconseje.
Eso sí, Larseira, a la hora de consumir nata debes asegurarte de que este producto se ha sometido a un tratamiento térmico; bien pasteurización o bien esterilización, dos procesos que garantizan la eliminación de cualquier tipo de microorganismo, asegurando el consumo seguro para mujeres embarazadas.
A tener en cuenta
Como indicábamos anteriormente, una mujer embarazada puede consumir nata durante el embarazo. Sin embargo, debemos tener en cuenta dos factores muy importantes.
Por un lado, debemos saber que la nata es un alimento altamente calórico, por lo que, durante la gestación, debemos controlar e incluso reducir su ingesta diaria. Y no solo eso, sino que además, debemos tener en cuenta que el consumo frecuente de nata montada azucarada puede derivar o incluso favorecer la aparición de la denominada diabetes ocasional.
Así que sí, puedes consumir nata durante el embarazo, Larseira, pero con precaución.
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