Lava, pela y corta en trozos pequeños los boletus si son frescos, o hidrátalos en agua caliente durante unos 20 minutos si son deshidratados, y escúrrelos bien. Resérvalos.
En una sartén grande, derrite la mantequilla tradicional Larsa a fuego medio. Añade la cebolla picada finita y sofríe durante unos 5-7 minutos, hasta que se vuelva translúcida y suave.
Incorpora los boletus a la sartén y cocina a fuego medio durante 5-8 minutos, hasta que estén tiernos y suelten toda su agua. Añade sal y pimienta al gusto.
En una sartén, derrite otro trozo de mantequilla tradicional Larsa y añade la harina; remueve constantemente con la ayuda de unas varillas para evitar grumos. Cocina durante 1-2 minutos, hasta que la harina se tueste ligeramente.
Vierte poco a poco la leche del tiempo en la sartén con la harina, sin dejar de remover con las varillas para evitar grumos. Cocina hasta que espese bien, formando una bechamel densa. Añade los boletus cocinados y mezcla todo bien.
Agrega el queso gallego con D.O. Tetilla Larsa en trozos pequeños y sigue removiendo hasta que se derrita y se mezcle perfectamente con la bechamel. Rectifica la sal y la pimienta si es necesario.
Vierte la mezcla en una fuente plana y deja enfriar a temperatura ambiente. Después de que la masa se atempere, cúbrela con papel film transparente de modo que este quede en contacto con la masa y refrigérala durante unas 4 horas, o hasta que la masa esté bien firme.
Una vez fría, forma bolitas con las manos. Pásalas primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas.
Calienta suficiente aceite de oliva en una sartén honda o en una freidora. Fríe las croquetas en tandas, sin sobrecargar la sartén, durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes.
Coloca las croquetas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. ¡Y listo! Sirve las croquetas de boletus y queso de tetilla y acompáñalas de una salsa para mojar o simplemente solas.
© 2025 All Rights Reserved.