Alergia a la leche, ¿existe?

En el día a día es común escuchar que alguien dice ser «alérgico a la leche», pero ¿sabías que esta afirmación no es del todo correcta? En realidad, lo que muchas personas confunden como alergia a la leche puede ser una intolerancia a la lactosa o una alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV). Aunque los términos suenan similares, describen condiciones muy diferentes. En este post, aclararemos por qué la alergia a la leche como tal no existe y explicaremos las diferencias clave entre la intolerancia a la lactosa y la APLV.

Alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) y sus síntomas

La APLV es una reacción alérgica del sistema inmune a una o más proteínas presentes en la leche de vaca. La leche de vaca está compuesta aproximadamente en un 80% por caseínas y un 20% por proteínas del suero. Cuando alguien con APLV consume leche, su sistema inmune identifica erróneamente estas proteínas como amenazas, desencadenando una respuesta alérgica que puede variar desde síntomas leves hasta reacciones graves.

Síntomas de la APLV

  • Urticaria
  • Hinchazón de los labios, la lengua o la cara
  • Problemas respiratorios
  • Vómitos y diarrea
  • Anafilaxia en casos severos

La APLV es más común en bebés y niños pequeños, afectando a un 2% de los mismos, y ocupa el tercer lugar como causa de alergia alimentaria, después del huevo y el pescado. La leche y los productos lácteos deben evitarse completamente. Sin embargo, esta alergia alimentaria tiene un buen pronóstico, ya que la mayoría de los niños adquieren tolerancia espontánea antes de los 2-4 años.

Intolerancia a la lactosa y sus síntomas

Por otro lado, la intolerancia a la lactosa es una condición no alérgica que ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa, el carbohidrato presente de forma natural en la leche. La enzima lactasa descompone la lactosa en sus dos azúcares simples: la glucosa y la galactosa.  Esta insuficiencia enzimática lleva a que la lactosa no digerida llegue al intestino grueso, donde las bacterias la fermentan, causando síntomas gastrointestinales.

Síntomas de la intolerancia a la lactosa

  • Hinchazón y dolor abdominal
  • Diarrea
  • Gases
  • Náuseas y vómitos

A diferencia de la APLV, la intolerancia a la lactosa no involucra el sistema inmune y, por lo tanto, los síntomas son distintos. Además, la intolerancia a la lactosa es más común en adultos y puede gestionarse con mayor facilidad, a menudo mediante el uso de suplementos de lactasa o el consumo de productos sin lactosa, como nuestros productos sin lactosa con Leche de Pastoreo, para que puedas disfrutar de todos los beneficios de la leche sin preocupaciones.

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