Razones para comer queso

El queso es un alimento muy consumido en todo el mundo. Existen muchos tipos variando, en gran medida, su composición nutricional. Aunque, de forma general se podría decir que el queso es un alimento compuesto, principalmente, por grasa y proteínas, estas proteínas son de alto valor biológico, por lo que aportan todos los aminoácidos para formar tejidos. En cuanto a la grasa, que en su mayoría es grasa saturada, estudios científicos recientes han observado que la grasa procedente de productos lácteos, consumidos dentro de las cantidades recomendadas, se asocia con niveles de colesterol favorables en personas sanas y con unos estilos de vida saludables. Esto se debe, en parte, a otros compuestos que contiene el queso que disminuyen el efecto negativo que podría ejercer la alta cantidad de grasa saturada. 

El queso y la hipertensión

En un estudio elaborado por Lasson et al. se observó la no asociación entre el consumo de queso y el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares 

En lo que se refiere a la obesidad, el queso también ejerce un papel protector o neutro. Esto puede ser entre otras cosas a la acción del calcio sobre la adiposidad o a la cantidad de proteínas que aporta haciendo de este un alimento muy saciante. 

La hipertensión es una enfermedad muy asociada a la ingesta de sal, y el queso, por norma general, contiene bastante. En cambio, varios estudios verifican la asociación inversa entre el consumo de queso y el desarrollo de hipertensión. Por ejemplo, una investigación desarrollada en Noruega, concretamente con el consumo de queso Gamalost, un aumento del consumo de este queso repercutía en una reducción de la presión arterial. Soedamah-Muthu verificó por mediación de varios estudios la relación inversa entre el consumo de queso y la hipertensión. 

El queso y la vitamina D

El aporte de vitamina D y calcio es muy importante para huesos, por ello, el queso es un alimento muy interesante para prevenir enfermedades como la osteoporosis. 

Los quesos más curados o azules en su proceso de fermentación forman compuestos con actividad antiinflamatoria y antibacteriana. Además, algunos contienen microorganismos vivos que tienen función probiótica. 

Como conclusión, podemos decir que el queso dentro de una alimentación sana y unos buenos hábitos tendrá un papel neutro e incluso protector para estar enfermedades. 

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