Coloca los yogures Larsa del sabor que hayas elegido en un colador de tela y asegúrate de retirarles todo el suero.
Mientras, monta la Nata Montada Larsa con azúcar o endulzante para asegurarte de lograr una consistencia suficientemente firme.
Añade a los yogures 2 o 4 cucharadas generosas de miel. La cantidad dependerá de qué sabor utilices para el helado, ya que si por ejemplo utilizas el Yogur Natural Larsa, habrás de agregar el doble de miel que con uno azucarado.
Remueve los yogures con la miel con ayuda de unas varillas para mezclarlo todo bien y lograr una textura más cremosa en tu helado de yogur.
Es la hora de mezclar la nata con los yogures. Añádela cucharada a cucharada hasta completar todo el proceso. Es clave que la mezcla sea cremosa para un helado de yogur perfecto.
Vierte la mezcla en un recipiente metálico o un molde y mételo en el congelador durante 3 o 4 horas.
En mitad del proceso comprueba que la mezcla no haya cristalizado y si observas que tiende a hacerlo, bátela de nuevo cada media hora.
Saca el helado del congelador 10 minutos antes de servirlo. Adórnalo si lo deseas con pepitas de chocolate, hojas de menta o frutos secos, ¡y a disfrutar!