Comienza limpiando las berenjenas y córtalas en rodajas de tamaño y grosor similar. Calienta una sartén grande a fuego medio-alto y funde un poco de Mantequilla tradicional.
A continuación, coloca en tandas las rodajas de berenjena en la sartén y cocínalas 3 minutos por cada cara. Añade más mantequilla cuando sea necesario. Retira las rodajas de la sartén y resérvalas.
Pica la cebolla y los dientes de ajo muy finos y cocina las verduras en la sartén. Deja que se pochen y su textura sea blanda. Baja el fuego y agrega el Queso fresco. Remueve e integra los ingredientes.
Machaca las almendras y las nueces en un mortero con un chorro de aceite de oliva. Añade los frutos secos a la sartén y cocina hasta obtener una mezcla homogénea.
Precalienta el horno a 180ºC. Engrasa una fuente de horno con mantequilla y coloca rodajas de berenjena para que sirvan como base de las milhojas. Intercala capas de mezcla y rodajas para montar el plato.
Remata cada milhoja con una capa de mezcla. Pica el perejil fresco finamente y cubre cada una de las raciones con un poco de orégano y perejil.
Introduce la fuente de horno y cocina durante 25 minutos. Vigila que el queso no se queme o se pase de punto de gratinado.
Retira del horno y deja que las milhojas de berenjena y queso reposen durante cinco minutos para que adquieran consistencia. Sírvelas con ayuda de una espátula y con cuidado. ¡Todo el mundo a la mesa!