Antes de nada, vacía el contenido de tu Yogur Cremosísimo en un pequeño bol y enjuaga y seca el vaso con un papel de cocina. Lo vas a necesitar para empezar a medir.
En un bol grande, vierte el azúcar y la mantequilla derretida a temperatura ambiente y bate enérgicamente con unas varillas.
Casca y vierte los huevos a temperatura ambiente y el yogur vuelve a mezclar.
Ahora usa un colador o un tamiz para añadir poco a poco la harina y la levadura previamente mezcladas.
Ve agregando poco a poco y batiendo con las varillas. Así te asegurarás de airear la mezcla para que tu bizcocho sea realmente esponjoso.
Por último añade el cacao y mézclalo bien con la masa.
Cubre tu molde con un poco de mantequilla o con un papel de horno, si es plano, y vierte la masa en él.
Precalienta el horno a 200 grados durante 10 minutos y bájalo a 180 antes de introducir el molde a altura media y con calor por arriba y abajo.
Cierra el horno y no vuelvas a abrirlo hasta que pasen 35 minutos. Si cometes este pequeño error, el cambio de temperatura hará que tu bizcocho se baje.
Pasado este tiempo, usa un palo de brocheta para pinchar el bizcocho. Si sale limpio, estará listo. Si sale húmedo de masa, déjalo 5 minutos más y vuelve a probar. Ya sabes que cada horno tiene su personalidad ;).
Cuando esté listo, apaga el horno y saca el bizcocho del horno para dejarlo enfriar. ¿Necesitas sugerencias para acompañarlo? Un buen vaso de Leche de Pastoreo Larsa es lo ideal.