Los lácteos: Elemento clave en un desayuno saludable

¿Por qué son tan importantes? La leche y los alimentos lácteos son productos esenciales en una alimentación saludable, por su aporte de calcio, proteínas, vitaminas y minerales. Su consumo es especialmente importante en determinados momentos vitales como son la infancia, el embarazo y la lactancia o cuando nos hacemos mayores.

El 99% de este calcio está en el sistema óseo y en los dientes, mientras que el 1% restante se encuentra en la sangre y en las células. Este pequeño porcentaje localizado fuera de los huesos y los dientes es de gran importancia, ya que participa en funciones tan importantes como el latido del corazón.

El calcio, como ves, puede aportarnos muchos beneficios para nuestro organismo, pero para tener una buena salud y una alimentación completa y saludable, hay que combinarlo con otros alimentos típicos de nuestra dieta mediterránea como puedes ver a continuación.

¿Estás desayunando bien?

Una encuesta realizada por la Fundación Española de Nutrición (FEN), en colaboración con el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, ha mostrado que el 9,4% de los adultos españoles no desayuna, y el 86,5% no toma un desayuno completo y equilibrado, que incluya lácteos, cereales integrales y frutas, que a su vez deben combinarse con alimentos típicos de la dieta mediterránea, como son el tomate, los huevos, el jamón serrano, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra.

Se recomienda que el desayuno aporte entre 400 y 450 calorías, más o menos el 20-25% de todas las calorías del día. Si empezamos el día con un desayuno correcto, es más fácil que tengamos la energía necesaria para afrontar el día.

Para tener una buena salud es importante llevar a cabo, cada día, un desayuno saludable. 

¿Qué es un desayuno saludable?

¿En qué consiste? Indudablemente debe incluir un producto lácteo, una fruta y un cereal preferentemente integral. Se debe evitar incluir productos de bollería, ya que lo único que aportan son azúcares, calorías y grasas, en exceso.

Un desayuno completo y equilibrado es aquel que está formado por:

  • Lácteos: Por su gran valor nutricional, los lácteos deben estar presentes a diario en nuestra alimentación. Una de las 3 raciones diarias recomendadas debe formar parte del desayuno. Los lácteos nos aportan minerales (calcio, fósforo, magnesio), vitaminas liposolubles (A y D) e hidrosolubles (B2, B1, B6, B12), proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono y grasa. Para que no sea monótono, se puede alternar el consumo de leche con el de yogures o queso.
  • Cereales: Se deben ingerir de 4 a 6 raciones de cereales al día y una de ellas en el desayuno. Siempre debemos intentar que estos cereales sean integrales. Puedes optar por cereales de desayuno tipo copos de avena, muesli… preferiblemente sin azúcar. ¡Su consumo hará que empieces el día con fuerza y energía! Otra opción muy apetecible es el pan integral que puedes acompañar con infinidad de opciones.
  • Frutas: Se recomienda tomar 3 o más piezas de fruta al día, y es conveniente, que una de ellas sea cítrica (mandarinas, naranjas, pomelos…) o tropical (piña, caqui, pomelo…) para garantizar un aporte de vitamina C. La fruta nos aporta fibra soluble, vitaminas y antioxidantes, además de minerales e hidratos de carbono. Se recomienda tomar una ración de fruta en el desayuno. Es importante que priorices la pieza entera, puesto que te aportará más fibra y menos azúcar del que contiene un zumo.

Para completar nuestro desayuno podemos añadir proteína mediante huevos, jamón serrano, pavo, queso, etc. y, además, incluir aguacate, frutos secos o salmón para asegurar un aporte de grasas saludables

Y no lo olvides, los lácteos (y más de Larsa) son siempre la clave 😉

 

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