Tipos de alimentación de las vacas de Pastoreo

La alimentación de las vacas de Pastoreo es un aspecto esencial para Larsa. Qué comen y cómo comen nuestras vacas influye en la calidad y el sabor de la Leche 100% de Pastoreo Larsa.

 

¿Quieres saber cómo es la alimentación de las vacas de Pastoreo? Sigue leyendo y descubre cuánto comen las vacas de Pastoreo, dónde pastan las vacas y todos los beneficios que aporta el Pastoreo, el modelo sostenible de producción de Larsa, a nuestras vacas y, por extensión, en nuestra gama de productos larseiros.

¿Qué tipo de alimentación tienen las vacas?

Las vacas de las ganaderías certificadas en régimen de Pastoreo se alimentan principalmente de pasto. Los prados les ofrecen hierba fresca y abundante de, al menos, 5 centímetros de alto.

Nuestras vacas salen a pastar al aire libre siempre que la meteorología lo permite y nunca menos de 120 días al año, o 6 horas al día en los últimos 12 meses. Si la climatología es adversa, las vacas son alimentadas con forrajes de hierba y maíz recolectados y almacenados por nuestros ganaderos en los meses de verano. Además, complementan su alimentación con concentrados.

¿Y cuándo hablamos de mal tiempo para pastar? Las vacas son sensibles a las temperaturas extremas, al estrés térmico y a los vientos fuertes. Así que su temperatura ideal es intermedia; ni demasiado frío ni demasiado calor. La temperatura corporal de las vacas es de una media de 38,5 grados y cuando la temperatura exterior es superior a estos niveles o muy inferior, las vacas deben dedicar energía a regular su temperatura corporal. Por eso es importante que en los pastos existan zonas de sombra natural y mantenerlas a cubierto en días de temporal.

Las explotaciones de Pastoreo de Larsa son ganaderas y agrícolas a la vez. Además de servir para que pasten las vacas, también se practica la rotación de cultivos de hierba y maíz. Por la alimentación natural de las vacas, las ganaderías de Pastoreo Larsa producen mejor leche, son más autosuficientes y dependen en menor grado del mercado para nutrir a las vacas.

El ensilaje permite almacenar y conservar la hierba y el maíz para alimentar a nuestras vacas en épocas de sequía o frío. Para ello, se fermentan los forrajes anaeróbicamente o sin oxígeno, para que mantengan su calidad y valor nutritivo a lo largo del tiempo. El oxígeno es uno de los principales enemigos de los silos, ya que pueden aparecer bacterias u hongos que los deterioren y contaminen.

Los silos de hierba y de maíz aportan una gran cantidad de proteínas y son una fuente de energía para las vacas, reduciendo la necesidad de alimentarlas con pienso y concentrados.

¿Cuánto come una vaca de Pastoreo?

Las vacas de nuestras ganaderías pueden comer hasta 30 kilos de pasto al día. Pero esta cantidad puede variar según la edad, tamaño y estado de las vacas.

Entre las plantas favoritas que ingieren las vacas se encuentran la hierba fresca, sobre todo los brotes más tiernos, los dientes de león, las margaritas o los tréboles. Estas hierbas, sobre todo el trébol violeta, mejoran la Leche de Pastoreo, ya que contiene más Omega-3.

¿Cuál es el mejor alimento para las vacas?

Atendiendo al estudio realizado por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (A Coruña), las vacas que pastan producen una leche de mayor calidad y con más beneficios para la salud.

El perfil nutricional de la leche de Pastoreo es más rico en omega-3, vitamina E y betacaroteno que le leche convencional y cuenta con más ácidos grasos y una mayor concentración de antioxidantes.

El sabor de nuestra Leche de Pastoreo también varía según la estación y los alimentos que ingiera la vaca. Esto lo convierte en un producto más nutritivo y sabroso.

No solo nuestras vacas son más felices pastando, sino que también nos permiten elaborar una gama de productos con una textura y un cuerpo único.

¿Dónde pastan nuestras vacas?

Las ganaderías en régimen de Pastoreo son amplias extensiones de terreno, distribuidas en tres de las cuatro provincias gallegas, permiten a nuestras vacas pastar al aire libre, sin estrés y a su ritmo.

Las más de 400 ganaderías certificadas en régimen de Pastoreo son de tamaño mediano y los rebaños que pastan en ellas tienen entre 15 y 100 vacas.

Para ser consideradas vacas de Pastoreo deben disponer de una hectárea de terreno por cada 2,5 animales adultos. Así, cada vaca puede pastar plácidamente en un vasto espacio en el que puede moverse libremente.

Beneficios del Pastoreo en la alimentación de nuestras vacas

El Pastoreo no solo es un forma natural, tradicional y sostenible de alimentar al ganado, también supone grandes beneficios para las vacas:

  • Mejora la calidad de la leche. Las vacas que pastan producen leche de mejor calidad, ya que el pasto aporta una amplia variedad de nutrientes. Así, los productos elaborados con leche de Pastoreo son más sabrosos y nutritivos.
  • Bienestar animal. Nuestras vacas en régimen de Pastoreo tienen una mayor calidad de vida. Salir a los pastos les permite ejercitarse y fortalecer sus músculos y reducir la cantidad de lesiones que sufren en las patas.
  • Mejor estado de salud. Además de gozar de una mayor calidad de vida, nuestras vacas son más longevas que aquellas que se alimentan solo de concentrados, piensos o forrajes. El consumo de pasto fresco y disfrutar del aire libre ayudan a mejorar su estado de salud físico y mental.
  • Rentabilidad en la alimentación. El Pastoreo es un modelo o una forma de vida mucho más rentable y sostenible. Al valerse de recursos naturales como la hierba fresca o los silos de hierba y maíz para alimentar a las vacas, los ganaderos reducen los gastos en piensos o concentrados y se depende mucho menos del mercado.
  • Sostenibilidad medioambiental. El régimen de Pastoreo es tremendamente beneficioso para el medio ambiente. Ayuda a reducir la huella medioambiental, ya que las vacas al alimentarse del pasto, estimulan un mayor crecimiento de la hierba, disminuyendo los niveles de carbono. Las vacas también actúan como cortafuegos naturales al salir a pastar al aire libre por los montes gallegos. Y no podemos olvidarnos del valor del estiércol que producen las vacas a la hora de regenerar el suelo, aportándole múltiples nutrientes que mejoran su productividad agrícola y actividad biológica.
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