Leche en la tercera edad

El papel de la leche en la alimentación de las personas mayores ha sido motivo de gran interés en los últimos años.

La alimentación de las personas mayores, a menudo, sufre modificaciones; con el paso de los años aparecen diferentes enfermedades, surgen problemas de movilidad intestinal, falta de piezas dentales, incluso peor absorción de nutrientes. Además, también puede disminuir el apetito.

Llevar a cabo un correcto estilo de vida es esencial para prevenir muchas patologías.

Enfermedades como la sarcopenia suele ser propia de edades avanzadas. Esta afección se caracteriza por la disminución de la masa muscular, fuerza y funcionamiento de los músculos. Los principales signos y síntomas incluyen debilidad, cansancio, fatiga, problemas de equilibrio y dificultades para caminar y mantenerse de pie. Esto deriva a una mayor probabilidad de caer, siendo más vulnerable a la rotura de huesos y otros órganos. Otras enfermedades muy típicas de la tercera edad son las enfermedades cardiovasculares.

Llevar a cabo un correcto estilo de vida es esencial para prevenir muchas patologías. El ejercicio físico de manera rutinaria o la ingesta de alimentos saludables son clave.

En lo que se refiere a la alimentación, los lácteos pueden tener un peso considerable ya que son un grupo de alimentos muy interesantes para paliar ambos tipos de enfermedades. Su composición nutricional es bastante completa.

El gran aporte de calcio y proteínas de alto valor biológico hace de los lácteos el aliado perfecto para prevenir la sarcopenia.

Mantener unos huesos fuertes y sanos en estas edades es más importante si cabe, ya que con el paso de los años se pierde con más facilidad densidad ósea. El calcio que aporta los lácteos es clave, ya no solo por la cantidad, si no por su biodisponibilidad, se absorbe mejor.

Por otro lado, la relación entre las enfermedades cardiovasculares y la ingesta de lácteos ha sido analizada por muchos estudios teniendo como resultado una asociación neutra, e incluso en algunos casos inversa, entre el consumo de lácteos dentro de una buena alimentación y la aparición de este tipo de enfermedades.

También es de vital importancia para la tercera edad el aporte de vitamina D y de vitamina B12. Siendo los lácteos un grupo de alimentos muy a tener en cuenta para obtener ambas vitaminas.

Otro aspecto muy significativo es que son alimentos de fácil consumo. Existe mucha variedad, desde los más tradicionales como son el yogur, queso y leche, hasta los más recientes como por ejemplo el kéfir. Además, poseen una clara ventaja con respecto a otros alimentos y es que suelen tener una alta aceptación por el público de avanzada edad.

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