Diferencias entre la nata para montar y la nata para cocinar

La nata es uno de los productos lácteos más agradecidos en la cocina. Maravillosa en postres, como relleno dulce de pasteles, de sabor delicado y untuosa en salsas y tartas saladas, imprescindible en recetas de pasta… Como a muchos golosos del planeta, en Larsa nos encanta la nata y por eso con nuestra mejor leche elaboramos una nata cremosa en dos variedades, para adaptarnos a tus necesidades en cada momento: la Nata para Montar y la Nata para Cocinar. Su propio nombre indica cuál es la principal diferencia entre la nata para montar y la nata para cocinar, pero hay algunas más.  

Cómo se elabora la nata

La nata se obtiene de la grasa de la leche recién ordeñada. Tradicionalmente, esta grasa se separaba de la leche mediante un proceso natural o espontáneo que consistía en almacenar la leche fresca y esperar a que el efecto de la gravedad separase la leche de su grasa, que tiene una menor densidad y tiende a acumularse en la superficie. Hoy en día, en Larsa como en la mayoría de las marcas lácteas, esta separación se realiza mediante una desnatadora, que separa por centrifugación la grasa y la leche, quedando esta última desnatada. Con esa grasa de la leche se elaboran la mantequilla y la nata que, dependiendo de su contenido en materia grasa y su formulación será para montar o para cocinar.

Para obtener la nata para montar o para cocinar, la grasa de la leche se somete a dos procesos; la esterilización mediante UHT y la homogeneización, para conseguir que la distribución de la grasa en la nata sea uniforme, sin tender a separarse y también mejorar su viscosidad.  

5 diferencias entre nata para montar y nata para cocinar

¿Y qué es lo que diferencia la nata para montar de la de cocinar? ¡Vamos con ello! Como bien sabrás, con Larsa No es lo Mismo. 😉 

1. Materia grasa

 De acuerdo con la legislación y dependiendo de su contenido en materia grasa, la nata se clasifica no en dos tipos, ¡sino en tres!: La llamada doble nata, que tiene más de un 50% de materia grasa y se emplea principalmente en repostería profesional; la nata, con entre un 30% y un 50% de materia grasa, y la llamada nata delgada o ligera, que debe tener un porcentaje de materia grasa de entre el 12% y el 30%. Así es que la nata para montar es lo que oficialmente se llama nata y la nata para cocinar es nata delgada o ligera. 

Como ves, la cantidad de materia grasa es la principal diferencia entre los dos tipos de nata. La Nata para Montar Larsa tiene un 35% de materia grasa porque es la cantidad mínima necesaria para lograr el montado manual, con varillas o con batidora. Mientras, la Nata para Cocinar Larsa contiene un 18% de materia grasa, ideal y suficiente para elaborar platos cremosos. 

2. Proteínas

La nata para montar y la nata para cocinar contienen proteínas, naturalmente presentes como derivados lácteos, un nutriente que además de nutrir aporta a la cocina y la repostería texturas cremosas, aireadas, espesas o gelificadas; de ahí que algunas natas para repostería puedan contener más o menos proteínas, buscando un resultado diferente en la cocina.  

3. Color

Toda la nata, al igual que la leche, es blanca, pero en el caso de la nata para cocinar el blanco puede tender a amarillento, mientras que la nata para cocinar es más blanquecina. 

4. Textura

Sobre todo, por su mayor volumen de materia grasa, la textura de la nata para montar es más viscosa que la de la nata para cocinar.  

5. Aplicaciones

Dadas todas estas características, lo que marca la diferencia a la hora de escoger entre una nata para cocinar o para montar es el uso que vayamos a hacer de ella. Las natas para montar pueden utilizarse en todas las recetas de platos salados que requieran nata para cocinar. El resultado será en muchos casos muy superior en cuanto a textura y sabor, y el contenido en grasas del plato también será mayor. En cambio, la nata para cocinar no puede montarse, porque no tiene la materia grasa suficiente. 

Cómo utilizar la nata para cocinar

La nata para cocinar es un ingrediente que marca la diferencia en salsas para acompañar verduras, carnes o pescados y mariscos o cremas. Es imprescindible en gratinados y tartas saladas, como la quiche, pero un chorrito de nata para cocinar también es un truco efectivo para arreglar rápidamente guisos o salsas demasiado líquidas, arroces o platos de pasta demasiado secos y preparaciones demasiado saladas o picantes.  

Si necesitas inspiración para utilizar la nata para cocinar en tus fogones, prueba con alguna de estas sugerencias: 

Recetas con nata para montar

La nata para montar es ideal simplemente montada y con un poco de azúcar para acompañar fruta fresca, unas filloas o decorar un postre, como una tarta de frutas o un flan, pero como ingrediente de repostería aporta el volumen y sabor necesarios en multitud de recetas. Para utilizarla correctamente ten siempre a mano tu nata para montar Larsa, pero guardada en la nevera. Así te asegurarás de que esté a al menos 5º de temperatura antes de empezar a montarla. Es recomendable enfriar también tus utensilios de montado para un resultado perfecto. 

Y si quieres preparar un postre diferente y a la vez poner a prueba nuestra nata para montar, echa un vistazo a estas recetas: 

Irresistibles, ¿verdad? ¡Descubre el poder de nuestras natas en la cocina y entiende por qué con Larsa No es lo Mismo! 😊  

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